Conozco a Paco Poyato desde hace un montón de años, grande y guapetón; que yo sepa, nunca ha tenido un sólo pelo en la cabeza. Forma parte de una profesión imprescindible: el fotoperiodismo. Los cambios en la industria del periodismo están poniendo en riesgo la gran cantera de profesionales que hay en un oficio que marca la diferencia entre la información y la propaganda. Los fotoperiodistas fotografían absolutamente de todo cada día, no hay actividad humana que se les escape: desde deportes hasta fiestas populares, conciertos, accidentes y cualquier cada cosa que pueda uno imaginar. En el estupendo trabajo diario de Paco ya encuentras esa mirada divertida y fascinada por las pequeñas rarezas que conforman a las personas. En su trabajo más personal encontramos que persigue ya no las rarezas, sino las obsesiones de los heterodoxos, gente completamente fuera de las tendencias que sigue su propio camino. Ahora mismo apunta su cámara a un mundo que siempre me ha fascinado, el culturismo. Aquí podemos ver una pequeña selección de este trabajo en curso.
Fotos: Paco Poyato
