Visitantes, Yoshikazu Aizawa

Yoshikazu Aizawa es uno de nuestros fotógrafos favoritos y hemos tenido el gusto de que sea uno de nuestros colaboradores. Teníamos pendiente hacerle un Visitantes cuando leímos la excelente entrevista en la revista italiana Queef Magazine, que ha sido tan amable de permitirnos hacer una traducción a nuestro idioma, que reproducimos a continuación. Aquí la entrevista original en italiano.

Hace mucho que nos apasionan los fotógrafos orientales. Hay muchos que admiramos tanto del pasado como del presente. Uno de nuestros preferidos es sin duda  Aizawa Yoshikazu, fotógrafo japonés de la generación del 71. Vive en Tokio donde trabaja como fotógrafo freelance para diversas marcas y publicaciones comerciales. Por suerte esto no le ha impedido desarrollar un importante trabajo artístico. Él habla sólo japonés, su arte, en cambio, expresa un lenguaje universal fascinante. En su imaginario aparecen de manera indistinta animales y plantas, la ciudad y las gentes que la habitan. Refleja todo aquello que le rodea en la vida cotidiana y no importa qué decida explorar, siempre logra capturar la esencia de la realidad a través de su cámara.

En su trabajo más personal destaca especialmente el que dedica a la mujer. Sus imágenes capturan momentos íntimos e intemporales de una belleza femenina sincera y espontánea. El trabajo de Aizawa busca a la persona que hay detrás de cada modelo que por momentos parece que olvida la existencia de la cámara que la observa. El efecto final es fantástico: una fotografía que roza lo amateur, pero con la habilidad, el conocimiento y la sensibilidad de un artista. En sus imágenes expresa dulzura, tanto en los rostros y en las expresiones como en el propio cuerpo. Una inocencia erótica en sus modelos y en las miradas que logra captar. Su obra no es sólo visible en la web y en las redes, sino también en papel impreso gracias a su fanzine Proof of Life, un diario fotográfico. Tuvimos el gran placer de entrevistar a Aizawa Yoshikazu, y aquí tenéis el resultado de nuestra «reunión epistolar». Nos gustaría recordaros la nueva cuenta de Aizawa, después de que le hayan cerrado una cuenta por segunda vez, ha renacido. Si quieres darle cosas buenas a tus ojos, síguelo, aquí la tienes.

 

Para nosotros es un auténtico placer entrevistarte, hace mucho tiempo que te seguimos la pista y nos encantan tus fotos. Cuéntanos, ¿cuándo empezaste a tomar tus primeras fotos y quiénes eran los tus primeros modelos?

Para mí también es un placer. Han vuelto a retirarme otra vez la cuenta de instagram hace muy poco y es algo que te pilla por sorpresa, así que gracias por vuestro interés y por la entrevista. Empecé a hacer fotografías en el instituto. Le hacía fotos a mis compañeras con la cámara de mi familia. Era demasiado joven para darme cuenta que la fotografía es un medio para expresarte, sencillamente me gustaba hacer  fotos a chicas guapas, no se me pasaba por la cabeza que en un futuro sería fotógrafo. 

En gran parte de tu trayectoria como fotógrafo has hecho fotografía comercial, ¿cuándo empezaste con la fotografía erótica?

Tengo 46 años y he sido freelance desde los 29. Sobre todo he hecho fotografía corporativa y de producto y apenas he fotografiado a mujeres; hago mi trabajo personal en mi tiempo libre. La mujer ha sido una de las temáticas que me ha interesado desde el principio, pero no he compartido este trabajo hasta casi los 40 años. Otras temáticas han sido las plantas y los animales, en especial los reptiles, y también he hecho un diario fotográfico de mi cotidaneidad. Y puedes ver la existencia de las mujeres en todo ello.

Podríamos decir que lo que caracteriza tu fotografía es un equilibrio entre la intimidad y una fuerte carga erótica. ¿Cómo alcanzas ese estado?

Para empezar, admiro y respeto a las mujeres, y es desde ahí que se consigue la empatía. Mis modelos parecen muy abiertas en cuanto a su sexualidad, pero eso poco tiene que ver con cuánta piel aparece en la foto. Todas las mujeres a las que fotografío son inteligentes y sensibles, intuitivas y dulces. Tienen seguridad, saben que son fuertes y atractivas, y confían en mí para dar lo mejor de sí mismas. Para llegar a ese punto de sinceridad en las fotos hay que colaborar, mientras observo y fotografío, ellas están a su vez atentas tanto a mis palabras como a mis gestos y a mi semblante y se construye una comunicación muy especial. Se encuentran aspectos singulares de la personalidad de la modelos y sus movimientos resultan naturales. Voy disparando mientras hablamos para no perder ningún instante. No quiero que las fotos sean una proyección de mi ego, sino una expresión natural de ellas mismas. Intento dejar a un lado el aspecto más técnico de la imagen –el que uso en mi trabajo comercial– me gustaría que mis fotografías se acercaran a las que cualquiera toma en su propia casa. Quizás por eso los espectadores ven mis fotos cercanas e íntimas. Cuando hago un primer plano de alguna parte del cuerpo, le digo a la modelo claramente qué estoy haciendo y qué parte de su cuerpo estoy fotografiando y por qué pienso que será una buena foto. De cualquier modo, no busco una carga erótica en cada modelo como un objetivo fijo, cada modelo proyectará una parte de sí misma y cada persona es diferente y está en un momento distinto de su vida y eso no lo sabe de antemano. 

¿Antes de hacer las fotografías preparas las localizaciones y la iluminación, o lo dejas todo al instinto? ¿Cómo eliges a las modelos que en tus fotografías son tan protagonistas?

No hago planificación porque creo que eso condiciona demasiado a la modelo. La personalidad de la modelo se va mostrando de manera fluida en el diálogo, con una mirada que se renueva, y eso no se puede dar si la colocas en un lugar que ya has establecido tú solo. Para el trabajo, me cabe todo el equipo en una bolsa pequeña. Las fotos van saliendo según fluye el día y cómo nos sentimos, lo voy captando como lo haría un fotoperiodista, a veces en un día sale sólo una foto realmente buena y que represente a la modelo. No llevo una idea prefijada de lo que necesito, me fascina cuando aparece algo nuevo que me sorprende. Siempre comparto el enfoque de las fotos y y siempre pido permiso para publicarlas. Si después del día ellas no quieren publicarlas, no las publico. Ésa es una regla muy importante para mí. 

Erotismo, cuerpo, sensualidad.  Danos tu punto de vista sobre esas tres palabras mágicas.

En mi opinión, es parte de toda forma de vida, no tan sólo de los seres humanos. Erotismo, cuerpo y sensualidad son aspectos esenciales de la vida y de la muerte. Hasta las cosas más sencillas están basadas en esos conceptos. Y se revelan cada vez que fotografías a una persona.

Cuando nos acercamos a la fotografía erótica no se pueden ignorar referentes tan importantes como Nobuyoshi Araki, Daikichi Amano, Daido Moriyama o Yoshihiro Tatsuki y obviamente al malogrado Reng Hang. ¿Crees que existe alguna diferencia esencial entre la fotografía occidental y oriental?

La cultura y el ambiente en el que creces puede influir en tu sexualidad. Quizás no todo el mundo esté de acuerdo, pero se podría decir que en Japón sentimos que la vida es una fuente infinita de arte, vemos la muerte y la sexualidad como algo ligado a la esencia humana. Y esto se aplica a todas las expresiones artísticas, no sólo a la fotografía. De los fotógrafos que me preguntas tan sólo he estudiado en profundidad la obra de Araki y de Moriyama. Los dos han capturado una parte esencial de la naturaleza humana al documentar  la vida en sociedad. Para mí su trabajo es muy amplio y no se puede decir que se enfocaran estrictamente en el erotismo, no es un trabajo vulgar, ambos aportaban una perspectiva sobre la sociedad sin la cual no se puede entender su fotografía. De la fotografía occidental me gusta su audacia, es fuerte y directa. He admirado ese estilo y lo he buscado en mi propia fotografía, pero al final te das cuenta de que no vas a ir más allá de la imitación. Por mi experiencia, la principal influencia de un fotógrafo es su propio trabajo. A lo que realmente me siento conectado es a la fotografía de calle.

Después de citarte tantos nombres de fotógrafos ahora quisiéramos saber tus gustos. ¿Quiénes son tus fotógrafos favoritos?

Me ha influenciado mucho la filosofía de Araki y Moriyama que no tiene nada que ver con su trabajo comercial. Araki proyecta una energía enorme y muy personal en su trabajo, yo nunca dispararé igual que él. Por otro lado, Moriyama documenta la vida diaria sin mostrarse claramente. Creo que he incorporado algo de esos dos estilos en mi fotografía. También me gusta mucho observar las fotos de la gente que no es profesional, me ayuda a inspirarme, amplia mi visión de la fotografía. Mi fotógrafo occidental favorito es Richard Kern, en sus fotos las mujeres parecen relajadas y libres. Me encanta haber descubierto su trabajo.

Hablemos un poco de la fotografía en esta era de redes sociales. Tu Instagram ha sido eliminado muchas veces, pero tan pronto lo vuelves a poner alcanza un número muy alto de seguidores. ¿Cómo es tu relación con las redes y por qué crees que gusta tanto tu trabajo?

Las redes son un medio de acercarte a una audiencia muy amplia. Una vez llegué a los 100.000 seguidores y si pienso en ellas creo que realmente les estoy agradecido. Antes de que las redes se hicieran tan populares, la manera en que mostrabas tu trabajo era mucho más limitada. Sé que las normas en las redes sociales son importantes, el público es muy transversal. A mucha gente no le gusta lo que hago y parece que Instagram tiene muy en cuenta esas críticas. A media que las normas se van haciendo más estrictas me gustaría encontrar otra manera de enseñar mi trabajo fuera de las redes. Creo que muchos de mis seguidores se sienten atraídos por las modelos a las que fotografío, y no por mí. Y está muy bien que sea así. Me siento honrado de que algunos de ellos aprecien como arte el trabajo que hago.

Por último, quisiéramos preguntarte por tus proyectos y planes de futuro.

El año pasado formé parte de una exposición colectiva en Italia y Alemania. A principios de año hice una exposición  con las fotos de mi revista Proof Of Life en Francia. Normalmente no hago muchos planes, pero tengo en mente ampliar la temática de mis publicaciones. Me gustaría que la gente aceptara y disfrutara las nuevas expresiones artísticas, que las disfrutaran sin la necesidad de criticarlas de inmediato.

 

Fotos: © Yoshikazu Aizawa

Entrevista: © Queef Magazine

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